El Principito es uno de los libros más leídos de todos los tiempos. Su autor, Antoine de Saint-Exupéry, escribió esta obra desde el corazón. Y se nota.
Y esa es la razón de que, pese a que en principio es una novela infantil, también se ha ganado el corazón de muchos adultos.
Es probable que ya lo hayas leído. Sin embargo ¿alguna vez te habías parado a analizar todas las enseñanzas que nos ofrece y que te pueden ayudar a tener una vida mejor?
Estas cinco enseñanzas que hoy quiero compartir contigo, poseen el valor de cambiar nuestras vidas, si somos capaces de integrarlas.
1. Conócete a ti mism@ y podrás comprender mejor a los demás
«Juzgar a los demás es sencillo. Pero conocerse a uno mismo es más difícil…»
Es fácil quejarse de cómo es el mundo y cómo nos gustaría que fuera. Y sin embargo ¿qué estás haciendo por ti para contribuir a un mundo mejor?
En el momento que tomas consciencia de quien eres y te comprometes a ser mejor persona cada día, es cuando puedes ayudar y compartir tu amor con todos los que te rodean.
“Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte bien a ti mismo eres un verdadero sabio”
2. Haz lo máximo que puedas y huye de la perfección
“Se debe pedir a cada cual lo que está a su alcance realizar”
A veces nuestro nivel de exigencia con nosotr@s es muy alto.
Cuando necesitas incorporar nuevos hábitos o hacer algo que nunca has hecho antes, es necesario que seas consciente de tus conocimientos y habilidades.
Esto te ayudará a saber qué nivel de exigencia puedes alcanzar y no te sentirás frustrad@ e insatisfech@ cuando trates de hacer algo y no lo logres.
Lo importante es aprender y disfrutar del camino.
3. Lo esencial es invisible a los ojos
«He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos»
Esta reflexión nos hace pensar más allá del mundo en el que vivimos, inmerso en el materialismo, la competitividad y las apariencias. Lo material es efímero, y valorar tu vida por lo que tienes o por lo que aparentas ser es, sin duda, un camino que te llevará al sufrimiento.
Y es que las cosas importantes son las que no se pueden ver, son las que se sienten; como el amor, la bondad, la generosidad y la amistad. Aspectos, en principio invisibles, pero con el poder de cambiar el mundo.
4. Mantén la ilusión y la inocencia
Conforme vamos acumulando experiencias, vamos aumentando nuestras capas de desconfianza. Perdemos la frescura de la inocencia: el observar, explorar y experimentar cada día con los ojos de un niño.
“Las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solas y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones”
El dolor y las situaciones difíciles son inevitables y forman parte de nuestro crecimiento.
Sin embargo, si eres capaz de mantener la ilusión, podrás eliminar esas capas dolorosas que te han hecho crear una armadura de protección y ver el mundo con nuevos ojos.
Mantener la ilusión y la inocencia te permite observar y valorar lo maravilloso de los pequeños detalles, como un amanecer, un abrazo o una sonrisa.
5. Atrévete a conocer la esencia de las personas
Nos fijamos mucho en las apariencias y muy poco en el verdadero ser.
“A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan lo esencial del mismo»
Nunca preguntan:
¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?
Pero en cambio preguntan:
¿Qué edad tiene? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre? Solamente con esos detalles creen conocerte”
Cuando hacemos una valoración externa, nos quedamos en los juicios.
Solo podemos conocer y comprender a los demás cuando vamos más allá de las apariencias y nos atrevemos a conocer su esencia.
¿Por qué leer este libro?
Las grandes enseñanzas de “El principito” nos transportan a un mundo lleno de esencia ligada con sabiduría. Y es que la vida no es tan complicada como nos parece. Es más, somos sin duda nosotros quienes nos la complicamos.
Por eso la sencillez de las enseñanzas de este libro te ayudarán a vivir tu vida con más satisfacción.
Además, “El Principito” es para aprender y enseñar, sin importar la edad que tengas. Puedes leérselo a los más pequeños y también es un libro para que adolescentes y adultos puedan disfrutar leyendo.
Por eso considero que es un libro de cabecera, al que acudir de vez en cuando para intentar reconducir, recomponer o reforzar nuestro camino en la vida.
Te animo a leer (o releer) «El principito» y encontrar tu propio significado, según tus vivencias y forma de ver la vida.
Me encantará que me compartas en los comentarios cuáles han sido las enseñanzas que has sacado de este libro.
Que interesante, Celia! Vou compartir. Moitas gracias!
Ola Carmen 🙂
Alédome que che gustara, xa me contarás a túa experiencia co libro 😉
Moitas gracias por compartir. Biquiños!!!