Es un hecho que a algunos niños les cuesta más probar y/o que le gusten las ensaladas. Por eso hoy quiero compartir contigo estos 10 consejos que te ayudarán a lograr que tu hijo pruebe y le gusten las ensaladas.
Las verduras de hoja verde son muy buenas para los niños, pues son muy ricas en nutrientes como la vitamina C, la fibra o el calcio.
Además, la ensalada es un plato perfecto para incluir muchos otros alimentos saludables, como frutos secos, semillas, frutas u otros vegetales
Los 10 tips para lograr que a tus hijos les gusten las ensaladas
1. Mantén un ambiente positivo
Este es el consejo más importante, ya que el hecho de mantener un buen ambiente durante la comida, libre de presiones, es imprescindible para que funcione cualquier estrategia.
2. Ofrece ensaladas a tu hij@ desde una edad temprana
Cuanto antes empieces a ofrecerle ensaladas, más rápido se acostumbrará a ellas y las aceptará como parte de su menú semanal.
Ten en cuenta que la primera infancia es un momento clave, ya que, por lo general, es cuando los peques estarán más dispuestos a aceptar nuevos alimentos y te será más fácil introducir una amplia variedad de sabores.
Aquí te dejo un par de ideas para los más peques de la casa:
Corta lechuga en juliana fina y aderézala con una salsa rica.
Si a tu hij@ le gustan los platos frescos, corta en juliana pepino, zanahoria o manzana y mézclala con el aderezo.
3. Adereza las ensaladas
No es necesario que adereces con la típica vinagreta. Deja que tu hij@ experiemente con diferentes sabores.
Puedes probar con salsas a base de yogur, salsa caesar, vinagretas dulces, vinagretas afrutadas como la de frambuesa…
Para encontrar un aderezo que le guste, puedes hacer una prueba colocando diferentes aderezos y algunas de sus verduras favoritas para mojar. Esto hará que comer ensalada sea una experiencia más interesante.
A los peques les encanta sentirse partícipes y, además, les ayudarás a mejorar las habilidades motoras finas.
4. Incluye verduras crujientes
Cuando selecciones las verduras en la frutería busca las más crujientes (por ejemplo la lechuga romana).
Esto es porque la textura es clave para muchos niñ@s y, por lo general, les gustan más las texturas crujientes y suelen rechazar las más flácidas.
Para ahorrar tiempo en la cocina, puedes lavar y preparar la lechuga al principio de la semana y guardarla en un tupper con un paño de algodón seco. Así se absorberá el exceso de humedad y las hojas no se ablandarán.
También puedes añadir zanahoria recién rallada y frutos secos, que le aportarán más texturas crujientes a la ensalada.
5. Añade frutas a las ensaladas
Si a tu hij@ le encanta alguna fruta ¡agréguela a una ensalada!. Fresas, mandarinas, manzana, arándanos, piña… Te ayudarán a darle un toque de color y sabor a la ensalada
Las frutas secas como las uvas pasas también pueden funcionar muy bien.
6. Inventa nombres divertidos para las ensaladas y los platos a base de verduras
Diviértete con los más peques cambiando el nombre de estos platos. Esto te ayudará a captar la atención de tu hij@ y aumentar su interés.
Cambiar el nombre de las verduras con nombres interesantes y divertidos, como “hojas de lagarto” o “verdura superenergética”, te ayudará a que muestre más interés por probarlas.
Foto de Eduard Zbarzhyvetsky/ Depositphotos.com
7. Deja que los peques preparen su propia ensalada.
Al igual que en un buffet, cuando preparas los diferentes ingredientes y los separas, tu hij@ puede crear su propia ensalada con los alimentos que prefiera.
Es posible que al principio empiece con un ingrediente. Pero tras varias veces viendo todas las posibilidades que le ofreces, comenzará a diversificarse y agregar más ingredientes a su plato.
Este enfoque de «construye tu propia ensalada» les da autonomía y libertad a los más peques, y aumenta las probabilidades de que se coman aquello que han creado.
8. Involúcrale en la preparación de las ensaladas
Pídele ayuda adaptada a su edad: lavar la lechuga, cortarla, picar verduras, mezclar la ensalada… ¡Les encantará sentirse unos “superchef”!
Además, involucrar a tu hij@ en actividades divertidas donde interaccionen con los alimentos, te ayudarán a generar una buena relación con la comida.
9. Agrega sus ingredientes favoritos a la ensalada
A muchos niñ@s les gusta el queso o la pasta y puedes utilizarlo para fomentar que coman ensalada.
También puedes probar a preparar un burrito o quesadilla con verduras ralladas que te ayudará a introducir nuevos sabores.
10. Sé constante
Sirve ensalada con regularidad. Muchas verduras tienden a ser amargas y, para acostumbrarse a ellas, necesitan probarlas varias veces, por lo que suele ser un gusto adquirido.
Ser un buen ejemplo comiendo ensaladas y exponer a los más peques a una gran variedad de verduras (incluso aunque no las esté comiendo), es un gran paso en la dirección correcta.
Muchísimas gracias Celia! 🙂 Me parece muy interesante tu manera de abordar este capítulo. Mi niño, que tiene 5 años, por desgracia es muy reticente a todo tipo de ensaladas, pero tus consejos las veo bastantes fiables, así que voy a intentar aplicarlas a ver qué tal.
Hola Simona! De nada 🙂
Me alegra un montón ver que eres de las que se pone en acción aplicando lo aprendido. Ve contándome que tal.
Un abrazo enorme para ti y otro para tu peque