Un niño que es quisquilloso con la comida por norma general derrota a los padres. A menudo saca lo peor de ti y las comidas se convierten, o bien en batallas, peleas y gritos, o bien en atender a sus caprichos y hacer la vista gorda.
Los padres que se han acercado a mí en este tipo de situaciones, se sienten estancados, agotados y frustrados por la comida desperdiciada, demás del esfuerzo de preparar nuevas recetas que no suelen comerse.
Ten en cuenta que cuando respondemos de esta manera, estamos tratando de controlar la alimentación de los peques. Y, al no conseguirlo, aparece la frustración.
Recuerda que cuando forzamos, mendigamos, sobornamos, suplicamos, engañamos o manipulamos la comida para que los peques la coman, no estamos educando en hábitos saludables.
Educar a tu hij@ significa, ante todo, que comprendas que él o ella no es así para hacerte la vida difícil. Detrás de su comportamiento hay causa, y esta le genera una gran dificultad a la hora de comer.
Cuando comprendes que tu hij@ necesita ayuda, abres la puerta a la compasión y dejas de controlar y manipular su alimentación.
Por eso hoy quiero compartir contigo estas 3 ideas fáciles que lograrán que tu hijo pruebe nuevos alimentos.
Te animo a ponerlos en práctica desde hoy mismo para que puedas comenzar a ver resultados positivos.
# 1 Toma una decisión consciente para pensar en tu hij@ de forma distinta y compártela con los demás responsables de su cuidado.
Haz un compromiso contigo: siempre que te sientas frustrad@ o tengas la necesidad de controlar la situación, recuerda que tus hij@s están sufriendo dificultades y necesitan tu ayuda.
Es importante comentarlo con tu pareja, cónyuge o cualquier otro cuidador para que sea más efectivo.
Probar e introducir alimentos nuevos le resultará más fácil cuando todos los adultos responden de la misma manera.
# 2 Ofrece a tu hij@ nuevos alimentos sin expectativas
Piensa en cómo ofrecerías comida a un amigo que nunca había probado tu nueva receta. En lugar de esperar que tu hij@ pruebe la comida, observa cómo reacciona.
Si lo hace mal, no te enfades. Actúa como si no fuera gran cosa y redirige la conversación. Tu hij@ se dará cuenta de que no trataste de forzarlo y sentirá que estás de su parte.
# 3 Concéntrate en las propiedades y texturas de los alimentos
Muchos niñ@s tienen miedo de probar nuevos alimentos porque desconocen su sabor y textura.
Cuando les ayudas a llenar ese vacío de información, sin abrumarlos, se sienten más seguros y es probable que prueben nuevos alimentos.
Trata de relacionar la nueva comida con una con la que estén familiarizados.
Es importante que abordes estas conversaciones como si estuvieras hablando con una amiga. Los peques son capaces de reconocer a un kilómetro de distancia cuando estás tratando de que prueben algo.
Prueba a decir algo así como:
“Estamos preparando hamburguesas de lentejas. Puedes mezclarlas con los condimentos que más te gusten. Cuando están cocidas, son un poco blandas y tienen un sabor similar a las albóndigas, pero sin salsa».
Te animo a que apliques estos 3 trucos desde ya para lograr que tu hijo confíe en ti y ayudarle a comer mejor.
De todas formas, si necesitas mi ayuda para establecer un plan de introducción de alimentos para tus hijos, puedes contar conmigo 🤗
Estoy a tu disposición en el curso Niños Saludables y Felices o también puedes solicitar una sesión individual personalizada.
Estaré encantada de ayudarte 🥰
¡Un abrazo enorme!
Celia ^_^